La enfermedad de Alzheimer puede ser considerada como la epidemia del siglo XXI. Una entidad asociada a la edad y que, según datos de la OMS , afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del 60% viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos. Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un determinado momento. Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones en 2030 y 152 millones en 2050. Buena parte de ese incremento puede achacarse al hecho de que en los países de ingresos bajos y medios el número de personas con demencia tenderá a aumentar cada vez más. (1).
A día de hoy no disponemos de ningún tratamiento eficaz que consiga su curación o un freno efectivo en la evolución de la degeneración. Se han identificado factores de riesgo asociados como el tabaquismo, alcohol, vida sedentaria, obesidad, inactividad cognitiva. Si bien es cierto que la edad es el principal factor de riesgo, no por el hecho de envejecer se ha de desarrollar.
Como acabamos de decir, las intervenciones farmacológicas hasta la fecha utilizadas han obtenido un beneficio más que discreto y son cada vez más habituales intervenciones no farmacológicas. En esta línea , recientemente se ha publicado una revisión sistemática y meta-análisis en red donde se concluye que las intervenciones no farmacológicas (masaje y terapia táctil, cuidado multidisciplinar, la musicoterapia) parecen ser más eficaces que los tradicionales antipsicóticos y antidepresivos. (2)
Por tanto, nos encontramos en un escenario donde los tratamientos y enfoques tradicionales están siendo complementados con alternativas no habituales. Es en este contexto donde la estimulación transcortical con ondas de choque emerge. Ya había evidencia a nivel experimental de la utilidad de un tratamiento de estas características que protegía los cambios estructurales que sobre el cerebro producía la isquemia (3) . Ya se ha publicado la primera serie de pacientes con enfermedad de Alzheimer en los que el uso de la estimulación transcranial con pulsos de ultrasonidos ha obtenido un resultado positivo (4). Inno&Brain lleva más de un año aplicando este tratamiento en la clínica DKF (https://www.clinicadkf.com/tratamientos-y-especialidades-dkf/alzheimer/).
Se abre una puerta a la esperanza en el manejo de estos pacientes y sus familias. Ya es una realidad el tratamiento con técnicas no invasivas, incruentas y eficaces. La innovación terapéutica en la enfermedad de Alzheimer es una necesidad y tenemos que seguir trabajando en ella. Hasta el momento nuestros resultados en la aplicación de la estimulación transcraneal con pulsos de ultrasonidos en pacientes con deterioro cognitivo coinciden con el trabajo recién publicado. Esto nos reafirma en que parece que es una alternativa válida.
Bibliografía
(1) https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dementia
(2) Comparative Efficacy of Interventions for Aggressive and Agitated Behaviors in Dementia A Systematic Review and Network Meta-analysis Jennifer A. Watt et al. Annals of Internal Medicine • Vol. 171 No. 9 • 5 November 2019
(3) Extracorporeal shock wave therapy effectively protects brain against chronic cerebral hypo-perfusion-induced neuropathological changes. Han-Tan Chai et al. Am J Transl Res 2017;9(11):5074-5093
(4) Transcranial Pulse Stimulation with Ultrasound in Alzheimer’s Disease—A New Navigated Focal Brain Therapy. Roland Beisteiner et al. Adv. Sci. 2019, 1902583